viernes, 28 de agosto de 2015

El Origen Anunnaki de la Humanidad: La Conspiración Extraterrestre Cap 2 -El Origen de la Dualidad-

En el anterior capítulo hablamos de la creación del primer hombre, Jesús. El mandato para esta creación vino del Dios director de este universo local que es Miká, que es hijo de Mitchangél, hijo primordial y en origen una derivación directa de la fuente.
En su infinito amor concedió a la nueva raza humana parte del ADN de los hijos paradisíacos para que en su evolución pudieran volver a la fuente y ser hijos Elohim, cocreadores con dios.

Así que amigo mío, valórate en lo que eres, eres un pequeño fractal, un pedacito de una entidad superior que aprende a través de ti para un día cocrear con dios, serás un dios creador. La programación que tenemos desgraciadamente desde hace miles de años hace que pensemos que no somos nada, que somos pecadores nada más nacer y que por lo tanto no tenemos el derecho de comunicarnos directamente con los planos superiores, las religiones nos dicen que para conectar con dios tienes que delegar en ellas, tú no eres digno. Esto no es así. Tú tienes el derecho a ser uno con dios porque eres su hijo directo, tienes el ADN divino que él te ha otorgado, eres dios aquí y ahora en este plano 3D de extrema densidad, eres un explorador de la fuente en este rango vibracional.

La creación de este nuevo mamífero, el ser humano de genética Elojim, provocó una enorme conmoción en todo el universo. Las razas insectoides y reptiles no tenían ese horizonte evolutivo, siempre en su evolución quedaban por debajo del rango del hijo paradisiaco que les creó.
La siembra de la raza reptil por ciertos Elohim fue todo un éxito biológico. Era una raza extremadamente fuerte y resistente, además dotada de un instinto extremo de supervivencia, un depredador por excelencia posibilitando poblar diferentes mundos con condiciones climáticas extremas. Pero este éxito biológico tuvo una contrapartida terrible: el carácter depredador unido a la creación del ser humano conectado a la fuente, hizo que esta raza reptil se sintiera amenazada, traicionada por la fuente o por su propio Elohim creador.
Comenzó el sentimiento de odio, envidia, venganza, el poder, revancha, la esclavitud. Aquí comenzó la dualidad en este universo.

Como resultado incluso algunos Elohim junto con sus razas reptiles se revelaron en contra de la fuente. Comenzaron a matar y secuestrar a los seres humanos para extraerles su genética Elohim y no solo para ser tan poderoso como la fuente, sino para derrotar a la fuente misma.
En el fondo estos seres reptilianos no son ni buenos ni malos, simplemente no está en su genética el sentir el amor de la fuente, no tienen sentimientos, son fríos, calculadores, se miden exclusivamente por instintos de dominación y supervivencia. Tienen el convencimiento que como son una raza muy antigua tienen todo el derecho a estar por encima de las demás. Si se tropiezan con una raza y no se inclina ante ellos, la extermina o la esclaviza.

Comenzó una carrera de depredación reptil contra el ser humano, de experimentos genéticos sin ningún tipo de ética, llegando a perpetrar auténticas atrocidades. Un ejemplo lo tenemos en la raza conocida como los grises. 

Era una raza humanoide originaria de Zeta Retículi que en las guerras de Orión fue exclavizada. Su destino fue terrible. Exterminaron a prácticamente todas las hembras, y se quedaron con una parte de los varones, modificándolos genéticamente para ser fácilmente controlables por sus amos reptiles. Son simplemente los lacayos, los siervos de sus señores reptiles, hacen el trabajo sucio de abducciones y de experimentos genetistas. Están condenados genéticamente, sufren una degeneración máxima, los clones salen en su gran mayoría defectuosos, están intentando hibridar desesperadamente con los humanos sin éxito alguno. Abducen a mujeres, las inseminan y les quitan los fetos al de pocos meses para acabar su gestación en tanques artificiales. Pero están acabados como raza y lo saben.

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